La creatividad condicionada
Tiempo de lectura: 4 minutos (lo mismo que tarda en calentarse el agua para el mate)

Vivimos con la creatividad condicionada.

Por (falta de) tiempo.

Prejuicios.

Miedos.

Costumbres.

Cansancio.

Comparaciones.

Y podría seguir nombrando. 

Pero como no quiero generalizar, voy a hablar de mi. Sobre mi creatividad. La cual tuve con el botón en OFF durante varios meses, porque luego de haber caído en la monotonía (muy a lo Shakira), cuando pasé a generar sin disfrutar de mi trabajo, cuando no escuché mis necesidades, lo que yo realmente quería hacer, cuando empecé a aceptar trabajos que no estaban alineados a mis deseos más grandes en lo absoluto, cuando me alejé totalmente de mí, la creatividad se atenuó. Y aquellas ideas que tuve en algún momento, hoy seguro pertenecen a alguien más. 

No tuve la fuerza para accionar, para tomar decisiones. Porque entré en ese loop de compararme, de creer que no iba a lograr nada. Por primera vez en 4 años dudé (realmente) de mí como autónoma, dudé de mi trabajo – porque miedo he tenido miles –  pero por primera vez sentía que esto no iba a funcionar. Comencé a usar (muy mal) las redes sociales. Solo las usaba para compararme, para criticar-me, enjuiciar-me, y no hacía nada más que alejarme de mis objetivos. No entendía qué me estaba pasando.

Siempre soñé (y sueño) con dedicarme en gran parte de mis días, a dar charlas, cursos, talleres, consultorías – y no estaba más que aceptando trabajos que me alejaban de eso. Y muchas otras veces eran solo excusas, que no querían quedarse unos minutos extra para dedicarle tiempo. Quería todo o nada. Quería tener de repente la vida (y agenda) LIBRE. Pretendía pasar de 100 a 0 y de 0 a 100. Hoy pienso: Qué cosa más caprichosa e irrealista. Pero en ese momento no lo sabía. Y me perdono por eso.

Pasé varios meses así, triste, por estar tan alejada de aquella chispa creativa que en algún momento me había caracterizado. No sentía motivación, nada me atraía, sentía que mi carrera no me gustaba, que mi laburo se apagaba, que mi creatividad se estaba yendo y que tal vez, nunca había sido creativa, sino que era una racha de suerte que ya se acababa. 

En algún momento, decidí accionar. Aunque tal vez fue más un “último intento”. Tomé fuerzas, busqué ayuda, hablé y verbalizé lo que me estaba pasando y de a poco, muy de a poco, todo comenzó a fluir. Fueron meses de descubrimientos, de procesos. Y entendí algunas cosas que como moraleja te quiero compartir:

  1. No te dejes de lado. No dejes de lado aquellos sueños y deseos que tenés. 
  2. No te compares. Aunque te sea inevitable hacerlo. No lo hagas. Todos pasamos por procesos y vivencias distintas.
  3. Buscá ayuda. No solo cuando sentís que estás tocando fondo. Hacelo de antemano. Ya sea coaches, psicólogos, amigas, emprende-amigas, tarot, astrología, quien y lo que quieras. No dejes de querer conocerte.
  4. Mantenete siempre al día con tu niña interior. Por más pavada que te parezca. Dale de comer. Hacé esas cosas que tanto te gustaban, recordá canciones viejas. Olvidate de los prejuicios.
  5. Dedicale tiempo al ocio. Actividades y cosas que te saquen totalmente de las pantallas y de tu trabajo.
  6. Accioná, a tu tiempo, pero ponete objetivos muy pequeños, para empezar a lograr cositas que te van a cambiar el mood y el humor – después de tantos días grises.

La creatividad es un tema trillado, pero lo más importante, como siempre digo, es que seas vos misma. Eso y practicar y practicar, te va a llevar a lograr cosas copadas. Por eso, conocete, date tiempo, probá actividades nuevas, jugá, explorá, salí a dar una vuelta. Viajá, aunque sea cerquita de casa, recorré tu ciudad, prestá atención, leé, sé curiosa. Parece una lista larga, pero la creatividad, para mí, es asombrarse también por las pequeñas cosas, es mirar todo como si fuese la primera vez que lo vemos. Y no dar por obvio el color amarillo intenso de las hojas en otoño, o el olor a chocolate caliente, o esa flor que acaba de salir de tu maceta que tenés sin regar hace dos semanas. 

Y no quiero hablarte de teoría ahora, porque no hay resúmen que valga – ni que vos puedas incorporar, si no estás contenta y feliz con vos misma. Con tu yo interior. Date amor y dale amor a todo lo que deseas lograr, porque – lamento darte un poco de cringe ahora – pero ES POSIBLE 🙂

¡FELIZ MARTES!

Abrazo,

BLU.

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