Qué vertiginosos son los comienzos, dar ese paso que te falta, saltar al vacío, iniciar algo y luego esperar a ver qué sucede. 

Cuando emprendemos, todos los días atravesamos nuevos comienzos. Lanzamientos de productos o servicios, abrir un blog, comenzar un podcast, sumarte a otra red social. Creo que estamos llenos de posibilidades de -primeros momentos-. Pero para que eso suceda, tenemos que atravesar la puerta del miedo, de la mirada ajena, de esa voz interna que nos juzga y nos dice que no lo vamos a lograr, o que nos vemos ridículos en ese video que estamos a punto de publicar. 

Es tan fácil tirarse abajo, patear la pelota y decir “mejor en otro momento”. Nos acobardamos porque creemos que no somos lo suficientemente buenos.

Hace meses que vengo atravesando estos miedos, ese pánico a no saber lo que va a suceder con mis nuevos proyectos. Y eso me paraliza, dejo de subir contenido, tiro todo por la borda y vuelvo a esconderme. 

Para salir de este círculo vicioso, me aferro a diferentes herramientas de autoconocimiento, las cuales me ayudaron (y ayudan) a entender que el mundo necesita de mi voz. 

Este último tiempo logré armar mi botiquín de pensamientos positivos, que me sacan del loop negativo al cual entro cuando creo que soy muy chiquita para el mundo. Y quiero compartirlo con vos: 

1- No te tomes tan en serio. Vinimos a probar y a equivocarnos.

2- Jugá. No pierdas nunca el niño/a que hay en vos. Explorá, divertite. Recordá que el juego es muy necesario para enriquecer la realidad.

3- Entendé los procesos. No todo es inicio y fin. Al contrario, todo es un proceso, un camino. No esperes resultados inmediatos.

4- Muchas veces vas a creer que estás perdiendo tiempo. Como yo que estoy escribiendo esta nota creyendo que podría estar haciendo algo para cambiar el mundo. Pero entender el punto anterior, los procesos, es muy importante para confiar en que cada pequeña acción que hagamos, suma.

5- Bajate del pedestal. Sé vulnerable, compartí tus experiencias, tus vivencias. Pero sacate el peso de encima, de creer que tenés que tenerla clara, todo el tiempo. 

Todos los inicios son desprolijos, son inciertos, te expones y tomas riesgos. 

Pero a veces, sentir un poco de adrenalina para saber que estamos vivos, es todo lo que necesitamos para comenzar.

¡Bienvenidx a mi blog!

                           -BLU